Terrores nocturnos en niños: ¿qué hacer?
Introducción
Los terrores nocturnos son un trastorno del sueño que afecta a muchos niños, y como adulto, puede ser difícil saber cómo manejarlos. A menudo, los padres se sienten impotentes y preocupados por su hijo cuando lo ven sufrir por estas pesadillas. En este artículo, hablaremos sobre qué son los terrores nocturnos, por qué ocurren, qué hacer para ayudar a tu hijo a superarlos y cómo prevenirlos en el futuro.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que afecta principalmente a los niños. Estos trastornos se caracterizan por episodios de miedo e intensa angustia que ocurren durante el sueño profundo del niño. Durante un episodio de terror nocturno, el niño puede gritar, llorar, sudar, tener palpitaciones y moverse de manera inquietante. Algunos niños incluso pueden tener dificultades para respirar o parecer que están asustados, sin embargo, a menudo, no recuerdan lo que sucedió después de despertar.
A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos ocurren durante la fase no REM del sueño, lo que significa que el niño puede estar en un estado de somnolencia profunda y no estar consciente de lo que está sucediendo. Por esta razón, pueden ser particularmente aterradores para los niños y sus padres.
¿Por qué ocurren los terrores nocturnos?
La causa exacta de los terrores nocturnos no se conoce. Sin embargo, se cree que pueden estar relacionados con un desequilibrio químico en el cerebro. Otras teorías sugieren que los terrores nocturnos están relacionados con trastornos del sueño subyacentes, como la apnea del sueño o el síndrome de las piernas inquietas.
Los terrores nocturnos también parecen ser más comunes en niños que en adultos, y pueden estar relacionados con el desarrollo y el crecimiento del cerebro. A menudo, los terrores nocturnos desaparecen a medida que el niño crece y desarrolla habilidades para manejar las emociones y las experiencias durante el sueño.
¿Qué hacer para ayudar a tu hijo a superar los terrores nocturnos?
1. Tranquiliza a tu hijo: Uno de los aspectos esenciales en el manejo de los terrores nocturnos es tranquilizar al niño. Acompañar al niño, hablarle con un tono de voz calmado y tranquilizador, diciéndole que todo está bien, y que estás allí para protegerlo.
2. Proporciona un ambiente seguro: Proporcionar un ambiente confortable para que el niño pueda volver a dormir es una necesidad. Por ejemplo, asegúrate de que la habitación esté a una temperatura adecuada, que la cama y la ropa de cama sean cómodas. Además, puedes iluminar con una luz tenue la habitación y asegurándote que el niño tenga acceso a un objeto reconfortante como un peluche preferido o una manta de seguridad.
3. No despiertes a tu hijo: A diferencia de las pesadillas, es mejor no despertar al niño durante un episodio de terror nocturno. El objetivo es que el niño pueda pasar por la etapa del sueño REM y NREM y que finalmente logre salir de este síndrome por sí solo. Además, despertarlo podría agravar su miedo y hacerlo más difícil para que se vuelva a dormir.
4. Manten una rutina de sueño: Mantén una rutina regular de sueño para que el cuerpo del niño se acostumbre a dormir en ciertos horarios, de esta forma podrán lograr un sueño reparador.
5. Evita que tu hijo se sienta estresado: Evitar que tu hijo se sienta estresado es esencial para lograr un sueño reparador. Además, la relajación puede ser de gran ayuda, es recomendable realizar actividades de relajación antes de dormir como leer un cuento, escuchar música tranquila, o tomar un baño tibio.
6. Habla con un especialista: En caso de que los terrores nocturnos persistan, la ayuda de un especialista podría ser necesaria. Los trastornos del sueño no tratados, pueden tener consecuencias en la salud mental y física a largo plazo. Habla con el pediatra de tu hijo o con un especialista en trastornos del sueño para recibir asesoramiento.
Cómo prevenir terrores nocturnos en el futuro
1. Identifica los patrones de sueño: Es útil monitorear y anotar los patrones de sueño de tu hijo, lo que le permitirá a detectar y abordar cualquier problema de sueño desde el principio.
2. Establece una rutina de sueño: Es importante establecer una hora regular de dormir y despertar, y mantener una rutina diaria coherente, incluso durante los fines de semana.
3. Evitar alimentos estimulantes y pesados en la cena: Los alimentos pesados y estimulantes, como el café y el chocolate, pueden interferir en el sueño del niño.
4. Mantener un ambiente de sueño adecuado: Asegúrate de que la habitación de tu hijo sea cómoda, fresca y que no le falte ventilación. La habitación debe ser lo más oscura posible, con la iluminación adecuada para que se sienta seguro.
Conclusión
Los terrores nocturnos pueden ser angustiantes para los niños y sus padres. Sin embargo, hay medidas que los padres pueden tomar para ayudar a su hijo a superarlos y prevenirlos en el futuro. Proporcionar un ambiente seguro, tranquilizar al niño, evitar despertar al niño y mantener una rutina de sueño son algunos de los consejos a seguir. En caso de que los terrores nocturnos persistan, lo mejor es buscar el consejo de un especialista para descartar problemáticas subyacentes.