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Pesadillas y terrores nocturnos: una realidad en el sueño de los adultos mayores

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Introducción

El sueño es una necesidad fisiológica vital del ser humano. Durante el sueño, el cerebro descansa y procesa información, lo que lo hace esencial para la salud y el bienestar general del cuerpo humano. Sin embargo, a medida que envejecemos, el sueño se vuelve más frágil y puede ser una fuente de problemas en la salud. Una de las principales complicaciones del sueño en los adultos mayores son las pesadillas y terrores nocturnos.

Pesadillas: qué son y cómo afectan nuestro sueño

Las pesadillas son sueños intensamente perturbadores que evocan emociones desagradables, como miedo, ansiedad o tristeza. Son muy diferentes a los sueños normales, ya que están llenas de violencia, tormento, muerte o sufrimiento. Las pesadillas son muy comunes, y todos hemos experimentado una en algún momento. Aunque no son peligrosas en sí mismas, pueden afectar nuestro sueño y tener un impacto significativo en nuestra salud mental y física. En los adultos mayores, las pesadillas son más comunes debido a los cambios fisiológicos y psicológicos relacionados con el envejecimiento. Las personas mayores a menudo tienen niveles más altos de ansiedad y estrés, lo que puede contribuir a las pesadillas. Además, la falta de sueño de calidad y los trastornos del sueño como el insomnio y la apnea del sueño pueden aumentar la probabilidad de pesadillas.

¿Cómo evitar las pesadillas?

Afortunadamente, hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir la frecuencia de las pesadillas. Aquí hay algunos consejos:
  • Evite los alimentos que pueden afectar su sueño, como el alcohol y la cafeína, especialmente antes de dormir.
  • Cree un ambiente de sueño tranquilo y cómodo para dormir, con una temperatura adecuada y sin ruido excesivo.
  • Siga una rutina de sueño regular, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días.
  • Practique técnicas de relajación antes de dormir, como la meditación y la respiración profunda.
  • Hable con un terapeuta o consejero para trabajar en problemas emocionales subyacentes que puedan estar contribuyendo a las pesadillas recurrentes.

Terrores nocturnos: qué son y por qué ocurren

A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que se produce durante el sueño profundo. Son menos comunes que las pesadillas, pero son igualmente alarmantes. Los terrores nocturnos son episodios de miedo intenso y angustia que suelen ocurrir durante las primeras horas de sueño. La persona que los experimenta puede gritar, sudar, respirar rápidamente y aparentemente estar despierta, aunque en realidad está en un estado de sueño profundo. Los terrores nocturnos son más comunes en niños pequeños, pero también pueden afectar a los adultos mayores. Al igual que las pesadillas, hay varios factores que pueden contribuir a los terrores nocturnos, como el estrés y la ansiedad, la falta de sueño de calidad y los trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas y la apnea del sueño.

¿Qué se puede hacer para controlar los terrores nocturnos?

Aunque no hay cura para los terrores nocturnos, hay estrategias que pueden ayudar a reducir su frecuencia y severidad. Aquí hay algunos consejos:
  • Establezca una rutina de sueño regular para mantener su sueño estructurado y estable.
  • Asegúrese de dormir lo suficiente y evite la falta de sueño.
  • Reduzca el estrés en su vida a través de actividades relajantes, como el yoga o la meditación.
  • Hable con un terapeuta o consejero para trabajar en los problemas psicológicos subyacentes que pueden estar contribuyendo a los terrores nocturnos recurrentes.
  • Evite el alcohol y la cafeína antes de dormir, ya que pueden exacerbar los terrores nocturnos.

Conclusión

Las pesadillas y los terrores nocturnos son problemas comunes del sueño en los adultos mayores. Aunque pueden ser alarmantes y angustiantes, hay estrategias que se pueden utilizar para reducir su frecuencia y gravedad. Es importante trabajar con un médico o terapeuta para abordar cualquier problema subyacente que pueda estar contribuyendo a estos trastornos del sueño. Al hacerlo, es posible recuperar una buena calidad de sueño y mejorar la salud mental y física.