madrugada.es.

madrugada.es.

Cómo el ritmo circadiano influye en tus patrones de alimentación

Tu banner alternativo

Introducción: El sueño y la alimentación

La relación entre el sueño y la alimentación es más fuerte de lo que imaginamos. Es cierto que todos hemos experimentado esa sensación de somnolencia después de una comida copiosa o pesada, pero lo cierto es que nuestros patrones de alimentación y nuestro ciclo de sueño están interrelacionados de muchas formas. En este artículo, nos enfocaremos en cómo el nuestro ritmo circadiano, también conocido como nuestro reloj biológico, influye en nuestros hábitos alimentarios.

El ritmo circadiano

Primero, hablemos del ritmo circadiano. Este reloj biológico interno es responsable de regular una variedad de procesos en nuestro cuerpo, incluyendo el sueño, la temperatura corporal y la liberación de hormonas. Nuestro ritmo circadiano está influenciado por factores externos como la luz solar, pero también está influenciado por factores internos, como las fluctuaciones naturales de nuestro cuerpo.

Horarios de sueño y alimentación

Los seres humanos somos animales diurnos, lo que significa que estamos diseñados para estar más activos durante el día y descansar durante la noche. En términos de alimentación, esto significa que nuestro cuerpo espera recibir combustible durante las horas de luz del día.

En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, se descubrió que los participantes que consumieron la mayoría de sus calorías durante la primera mitad del día perdieron más peso que aquellos que consumieron la mayoría de sus calorías durante la segunda mitad del día. Esto sugiere que nuestros cuerpos están diseñados para procesar los alimentos de manera más eficiente durante el día que durante la noche.

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Northwestern encontró que las personas que dormían y comían en horarios regulares tenían menos riesgo de obesidad y otros problemas de salud relacionados con la alimentación en comparación con aquellos que tenían horarios irregulares.

Cambios en el ritmo circadiano

Desafortunadamente, muchos de nosotros enfrentamos cambios en nuestro ritmo circadiano debido a factores como los turnos nocturnos de trabajo o los viajes a través de diferentes zonas horarias. Estas interrupciones pueden tener un impacto significativo en nuestros patrones de sueño y alimentación.

Por ejemplo, un estudio realizado por investigadores suecos encontró que las personas que trabajan en turnos rotativos donde el horario de trabajo cambia constantemente tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad y otros problemas de salud relacionados con la alimentación en comparación con aquellos que trabajan en horarios regulares.

Cómo afecta el ritmo circadiano a nuestro apetito

No es solo el momento en que comemos, sino también nuestro apetito lo que está influenciado por nuestro ritmo circadiano. En términos simples, nuestro cuerpo espera recibir alimentos cuando estamos despiertos y activos y no cuando estamos dormidos.

Hormonas del hambre

Nuestro reloj biológico influye en la producción de hormonas que regulan nuestro apetito. La leptina, por ejemplo, es una hormona que suprime el hambre mientras que la grelina es una hormona que estimula el hambre. La producción de estas hormonas está influenciada por nuestro ritmo circadiano.

Un estudio de 2013 publicado en la revista 'Chronobiology International' encontró que los niveles de leptina en la sangre eran más altos en las personas que dormían por la noche y estaban despiertas durante el día en comparación con las que tenían un horario de sueño y vigilia irregular. Los niveles de grelina también se vieron afectados, lo que sugiere que nuestro apetito está estrechamente relacionado con nuestro ritmo circadiano.

Ingesta calórica y patrones alimentarios

Nuestro ritmo circadiano también influye en la cantidad de alimentos que consumimos. Un estudio publicado en la revista 'Obesity' encontró que las personas que comían tarde por la noche, después de las 8 p.m., consumían más calorías diarias que aquellos que comían temprano por la noche. Esto sugiere que cuando comemos también puede influir en la cantidad de alimentos que consumimos.

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania encontró que las personas que dormían menos de cinco horas por noche tendían a consumir más calorías y comer más alimentos ricos en carbohidratos refinados y azúcares que aquellos que dormían de siete a nueve horas por noche.

Conclusión

Nuestro ritmo circadiano tiene un impacto significativo en nuestros patrones de sueño y alimentación. Comer en consonancia con nuestro reloj biológico puede ayudar a mejorar nuestra salud general y reducir el riesgo de obesidad y otros problemas de salud relacionados con la alimentación. Al mantener un horario regular de sueño y alimentación, podemos mantener nuestros ritmos circadianos en equilibrio y asegurarnos de que nuestros hábitos alimentarios sean tan saludables como sea posible.